Por Dr. Ricardo Ramírez Aguirre*
La salud pública en Ecuador enfrenta una crisis desgarradora, marcada por hospitales desabastecidos y pacientes desatendidos. El sistema se tambalea al borde del abismo, incapaz de satisfacer la demanda de atención médica, dejando a muchos con enfermedades graves sin tratamiento oportuno. Paradójicamente, el gobierno ha reducido el presupuesto destinado a la salud en 2024, ignorando disposiciones constitucionales y desatendiendo la emergencia sanitaria existente.
En medio de esta indolencia gubernamental, el Frente Nacional por la Salud de los pueblos del Ecuador exige medidas urgentes. Esto incluye una rectificación presupuestaria para asignar un 5% del PIB a la salud, acciones inmediatas para abastecer las unidades de salud y pagar las deudas pendientes con proveedores de servicios médicos, y la reinstauración del Programa Médico Escolar para garantizar la salud de los estudiantes. Además, se demanda atención a los reclamos de los afiliados al Seguro Social Campesino y el funcionamiento adecuado de los hospitales. Si el gobierno continúa ignorando este clamor social, enfrentará la justificada indignación y protesta de los ciudadanos que reclaman su derecho fundamental a la salud y la vida
Es hora de que el gobierno actúe antes de que sea demasiado tarde, y deje de recortar presupuesto en salud para evitar una catástrofe aún mayor en el sistema sanitario del país.
*Presidente del Frente Nacional por la Salud de los Pueblos del Ecuador (FNSPE)