Por Jaime Chuchuca Serrano
El subempleo y el empleo inadecuado suman 80,6%. Apenas 3 de cada 10 ecuatorianos tiene empleo adecuado. El millón de empleos de Lasso, quedó en ofrecimiento. Aunque el Ministerio de Educación se gastó bastante dinero en propaganda, sobre los concursos de oposición y méritos para docentes del magisterio, la verdad es que se abrieron apenas 400 plazas fijas para Educación General Básica, y se inscribieron 17.500 personas. Hay casos de replay como Azuay, donde se abrieron solo 6 plazas; en Cuenca concursan 1389 personas por 2 plazas. La cosa no termina allí, en 2022 el Ministerio calificó a 70.494 personas como aptos para docentes. El gobierno de Lasso ha convertido en lujo, un trabajo mal remunerado.
El Ministro de Transporte y Obras Públicas, Darío Herrera, ha dicho que hacen falta 200 millones de dólares para cubrir los daños por el terremoto del 18 de marzo. Hay 90 viviendas destruidas y 590 casas afectadas. A las carreteras dañadas por el sismo, se añade la falta de mantenimiento de varios años y el temporal invernal. Se ha decretado emergencia para 15 provincias. El dinero necesario para las obras, otra vez saldrá de los créditos. En medio de esta situación crítica, el gobierno sorprende con una reforma a la Ley Orgánica de la Contraloría, a través del Decreto 695, de 20 de marzo, donde la presidencia le prohíbe a la Contraloría vigilar entidades financieras, de derecho privado, aseguradoras, y otras, que tengan 50% o más de recursos públicos. Esta reforma es inconstitucional, porque va contra los artículos 211 y 212 de la Constitución. El Ecuador atraviesa tremenda crisis y el gobierno sigue pensando en el beneficio de sus amigos, pervirtiendo las normas.
El tan cacareado juicio político contra Lasso, continúa a paso lento. Los errores de escritura en la solicitud de los proponentes, en realidad esconden una negociación del conflicto. En esta semana, varios asambleístas de Pachakutik que impulsan el juicio político, han criticado el entorpecimiento de la causa por posibles acuerdos. Es probable que, como en el ajedrez, se cambie una pieza por otra: el juicio político, por una o varias sentencias de prisión de los correístas. Si no se destituye a Lasso, estas ideas quedarán en el ambiente.