Autor: Juan Carlos Zapata / México
Está de más abundar en que el Gobierno de Claudia Sheinbaum será de continuidad, en eso fundamentaron toda la campaña y el discurso, pero leído en clave roja, será de continuidad capitalista, neoliberal, ajustada al proceso de acumulación capitalista. Y en la dominación del capital financiero, que es la realidad del capitalismo en México, cualquier mínima inquietud que perciban la burguesía, la puede fácilmente transmitir para imponer su voluntad “mandando señales”.
Ya con López Obrador los supermillonarios incrementaron ofensivamente sus lucros -en el caso de Carlos Slim duplicó sus ganancias-, y con el siguiente gobierno las cosas no variarán en esos rubros. La preocupación de Sheinbaum es la tranquilidad de los mercados financieros del gran capital. Así se puede ver desde antes de arrancar su campaña (fines de febrero) reuniéndose con Larry Fink, Director General de BlackRock, así como con directivos de Bank of America (BofA).
Pero del lado de los grandes pendientes, que incluso fueron compromisos del gobierno saliente de AMLO, como el caso de la presentación de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa; ni siquiera se tocó el tema. Lo mismo sobre la abrogación de la mal llamada reforma educativa EPN-AMLO, que se puso sobre la mesa con históricas movilizaciones de la CNTE. En contrasentido, dentro del “equipazo” de la alianza Morena y satélites, pusieron al charro principal del SNTE, Alfonso Cepeda, como senador plurinominal.
Ya celebradas las elecciones y con una contundente votación a favor del oficialismo, los mercados (el gran capital) comenzaron a presionar. La respuesta de Sheinbaum fue reunirse de nuevo con la oligarquía y abrir parte de su gabinete, no solo sin grandes cambios, sino mandando claros signos del sello neoliberal que tendrá su gobierno. En particular con el nombramiento de Marcelo Ebrard y sobre todo con la prolongación del Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
Este nombramiento adelantado ni siquiera lo anunció la presidenta electa, lo hizo directamente López Obrador. “Rogelio es un servidor público ejemplar es un hombre con mucho prestigio en el mundo financiero, queda esa tranquilidad en lo económico, entonces va a estar un tiempo, esto va a permitir facilitar la transición, que no suceda como pasaba antes, que en los cambios se presentaban crisis”. Por supuesto, la crisis que se cuida es la del gran capital y la movilización de la masas trabajadoras.
Además, el perfil de Ramírez de la O habla por sí mismo: “Fue miembro del Comité Reinventing Bretton Woods, de la Comisión para la Cooperación Ambiental del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y del Centro de las Naciones Unidas sobre Empresas Transnacionales” (infobae.com/mexico/2024/06/03). Con Claudia Sheinbaum seguirá gobernando el gran capital.