Por Jaime Chuchuca Serrano
El discurso apocalíptico es propio del neoliberalismo. Como augurando uno de tantos juicios finales, Luis Caputo, Ministro de Economía de Milei, dijo a los penitentes: “la génesis de nuestro problema” es el déficit fiscal y el gasto social; y, más adelante, señaló el sacrificio: “la gente entendió que no hay más plata”. Concluyó el sermón con la frase conclusiva: nunca hemos estado peor y “ahora vamos a estar peor que antes”. Desde los años setenta, el repertorio ultraliberal se basa en el sacrificio de sangre humana: hay que sufrir unos meses o unos años para después estar mejor. Se acaba un gobierno y viene el siguiente personaje neoliberal con el mismo discurso: hay que hacer el sacrificio… Con este criterio, inició Milei devaluando el peso argentino en 118%, el dólar oficial pasó a 836 pesos y el ingreso familiar bajó a menos de la mitad. Este círculo vicioso de empobrecimiento para la gran mayoría, es del otro lado, para los ricos, crecimiento y ganancia, como para los banqueros.
Los combustibles subieron sus precios, la nafta incrementó 35% y el gasoil en 40%, se multiplicó el precio del transporte y de los productos. Aunque en campaña Milei dijo que no iba a subir los impuestos, incrementó el Impuesto País (para el transporte de productos importados y exportados) de 7,5% a 17,5%. Estimaciones oficiales, se refieren a que la inflación subió 12,3% en un día, los economistas de la oposición indican que subió más del 100%. Aunque Milei sostuvo que no tendría relaciones con China, ya les pidió 5000 millones para continuar con liturgia neoliberal.
Antes de poner en venta el Estado y sus empresas, Milei y Caputo eliminaron todas las licitaciones de la obra pública y suspensión las que aún no han arrancado, sin importar si son calles, puentes, hospitales, represas. Con esto se garantiza el deterioro de lo público, para venderlo como ganado con peste. Se aumentaron los impuestos al sector no agropecuario, con lo que se hace agresiva la línea de desindustrialización. Las primeras medidas (sacrificios humanos) de Milei apuntan a la hiperinflación y recesión de Argentina. Primero Milei dijo que este apocalipsis duraría 6 meses, después Caputo indicó que serían 2 años; depende de cómo reciba este sacrificio del pueblo argentino, el dios mercado.