Por David Andrade
Y sí querido lector, si el título te parece familiar déjame decirte que estás en lo correcto, te estás remontando a los años 1997 – 1998 cuando la cantante autora Shakira escribiera este sencillo, y es que ni bien los falsos revolucionarios de la RC5 ganan las elecciones locales y ya se puede ver a los inversionistas de la campaña, perdón, contratistas, frotarse las manos como moscas, por uno o por otro contrato. Tal parece que el discurso rebelde y de justicia social nuevamente queda desplazado por el oportunismo del siglo XXI.
Querido ciudadano, talvez te sientas identificado por la realidad de tu ciudad o provincia, pero déjame decirte que esta tendencia es nacional, y es que las malas costumbres no se pierden, los malos hábitos no se dejan y como dice el dicho, árbol que crece torcido, torcido se queda.
La revolución ciudadana, o como diríamos, el oportunismo del siglo XXI una vez más está haciendo de las suyas, las mismas mañas, las mismas estrategias, contratistas aliados sin escrúpulos ni dignidad que en campaña aportaron con el alquiler de las sedes, embanderamiento, mítines políticos, vehículos, combustibles para movilización etc, son los que al final después de un proceso deshonesto y recurriendo a la vieja mencionada poco éticas para burlar el sistema de contratación pública, que por cierto, fueron ellos quienes lo inventaron y que saben como hacerlo y por eso lo hacen de nuevo, direccionan los contratos a los suyos para luego ser vendidos a segundos y terceros con empresas de papel que seguramente su paradero será algún paraíso fiscal del cual algún momento lo sabremos pero que no lo podremos demostrar, porque como dijo Rosa Cerda “si roban roben bien” y los de la RC5 lo saben muy bien, y es que el correísmo tiene la fórmula secreta no tan secreta para ocultar el dinero, claro, el problema está en como descubrimos el robo perfecto del siglo XXI.
No obstante, el dinero que le roban al pueblo en cada contrato, dinero mal habido depositado en cuentas de sus amigos o en alguna offshore que sin duda no durará para siempre, es dinero que en algún momento le va hacer falta a la educación, a la salud, a la obra pública o como el 40% que se robaron del fondo de pensiones jubilares del IESS y que hoy le hace tanta falta, ¿Qué será del estado cuando ya no exista dinero para atender a las demandas sociales? ¿Qué será del estado cuando se lo hayan robado todo y ni siquiera podamos acceder a un crédito? ¡que será del estado!