Por Ramiro Beltrán.
La Comisión Nacional Anticorrupción, hace 9 meses, tuvo la decisión de conversar con Paúl Granda y plantearle la necesidad de investigar (en aras de las normativas de la honestidad y honradez públicas) lo que pasaba en la administración de varios hospitales, particularmente de Guayaquil; (además de la venta del Hotel Quito, la empresa Guapán, compra de aparatos de energía atómica y su sub-utilización), entre otros; y de lo que varios analistas, sectores organizados del pueblo y personalidades hablan, de una mafia enquistada, dedicada a vender medicina al IEES con sobreprecios; ninguna respuesta sobre este tema, todo quedó en el olvido calculado. Se dedicaron a destituir a los funcionarios que denunciaron los actos de corrupción, de risa verdad.
Más tarde, la acción ciudadana, dedicada a descubrir negociados, hurtos y malversaciones, denunció idénticos casos en los de los hospitales de Cuenca, Manabí, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos, El Oro. Idéntica situación en el Seguro Social Campesino, fue denunciado por corrupción y sobreprecios el director de éste Seguro. La denuncia fue presentada por los dirigentes de la FEUNASSC, pero nada hizo Paul Granda; desde la administración se limitaron a decir que no se destituye a este servidor, por los costos ($) que tendría que desembolsar el IESS, porque el nombramiento estaba vigente, vaya tamaña sandez, entre bomberos está prohibido pisarse la manguera.
En los hospitales de Guayaquil, obligados por las denuncias y la presión ciudadana, aparecieron más de 100 respiradores, escondiditos los tenían. Pero; ¿es solo irresponsabilidad del bodeguero o la mafia se mantiene en contubernio con todas las autoridades?, vaya suerte de nuestro Instituto y dinero patrimonial colectivo.
Muchas otras “perlas” de corrupción existen, de negociados o de irresponsabilidades; para los afiliados no existen fármacos como glucocid, gabapentina, amitriplina, entre otros, que sirven a enfermos crónicos. El glucocid lo produce una empresa farmacéutica nacional que entrega este medicamento al IESS, comúnmente hay desabastecimiento, las autoridades nada hacen, nada dicen para resolver el problema. Esta empresa, dicen los conocedores de este mundo, que es un personaje ligado a Correa, quien pretendió ser Ministro de Salud; como se trata de un “aliado comercial”, no interesa si no cumple con el contrato. No importa que haya desabastecimiento de medicamentos, lo sustancial es que haya 1 millón de dólares para un contrato de publicidad y posicionamiento institucional. ¡Inaudito ¡
Lo último de esta mojiganga de corrupción son los sobre precios de las mascarillas y otros insumos de protección, por más de 7 millones de dólares (súper ganancia). Ante la grave denuncia viene la destitución de varios funcionarios como remedio y camuflaje de la verdad. Ángel Loja (pana, dupla, cuate de Paúl Granda) y a otros enredados, los ocultan, disculpando desde ya las irresponsabilidades descubiertas; Paul Granda con seguridad obligado por las circunstancias, se suma a la destitución y no acoge la renuncia de tan “angelical ciudadano”
Que desean ocultar, a más de la ya descubierta corrupción de todo el equipo de alto vuelo del IEES, ¿a los miembros de la compañía ALMANTOP?, ¿a los capitales que pusieron para la importación? ¿La procedencia del dinero?
Paúl Granda debe ser destituido, él es el responsable de toda la política institucional, es la cabeza del Instituto, a más de amigo personal de semejante equipo de dirección del IESS.
Hoy, afirma el inmaculado Paul Granda, que va a investigar, y sale en pantalla junto al Secretario Anticorrupción de la Presidencia, pretendiendo quedar como limpio.
Vivimos gravísimos momentos de salud pública y de salud ética y moral cívicas, éste es el momento de poner orden en el país, al menos por parte de los ciudadanos que vemos que la inmoralidad permanece y se sostiene, Paul Granda debe ser destituido junto a sus adláteres.