Por Nelson Erazo*
Es indudable que uno de los debates que en la actualidad se profundiza en el país, es el relacionado con la Consulta Popular y el Referéndum convocado por el gobierno nacional para el 21 de abril, principalmente el del trabajo por horas y lo relacionado al Arbitraje con los organismos internacionales, ante lo cual los trabajadores, los jóvenes, las mujeres, pueblos y nacionalidades requerimos impulsar un arduo debate, poniendo por delante una posición de clase para defender nuestros derechos y los intereses de las y los ecuatorianos.
En ese marco queremos contribuir particularmente en el análisis sobre el Trabajo por Horas, ¿es preciso entonces iniciar preguntándonos ¿Que es el trabajo? De acuerdo con la Constitución de la Republica del Ecuador del 2008, El trabajo es un derecho y un deber social, y un derecho económico, fuente de realización personal y base de la economía. El Estado garantizará a las personas trabajadoras el pleno respeto a la dignidad, una vida decorosa, remuneraciones y retribuciones justas y el desempeño de un trabajo saludable y libremente escogido o aceptado.
Visto así, cabe analizar si el trabajo por horas cumple o no con los preceptos constitucionales, si garantiza una vida decorosa, digna y si puede ser una fuente de realización personal, que posibilite el progreso del trabajador y su familia, y de ser así porque se lo prohibió en nuestro país y se declaró esta modalidad años atrás como inconstitucional?
El trabajo por horas siempre ha sido el sueño de los empresarios y los gobiernos. Esta modalidad, a principios de siglo permitió abaratar la mano de obra y sobre explotar la fuerza de trabajo fundamentalmente de la juventud a quienes les hacían trabajar jornadas de 10 a 12 horas diarias por 50 centavos la hora, sin seguridad social, vacaciones, estabilidad laboral y otros derechos como las utilidades, recargo por horas extraordinarias, suplementarias o la jornada nocturna; este mecanismo se generalizó no como el instrumento para generar bienestar o resolver el desempleo y la pobreza, por el contrario fue la forma que garantizó que los dueños de los medios de producción, los banqueros, los principales grupos económicos crezcan en sus fortunas producto de la esclavitud asalariada que genera el trabajo por hora.
Solo cabe recordar las miles de denuncias y demandas que los trabajadores establecieron en el ministerio de trabajo y en los organismos de los derechos humanos, así como en la OIT en contra de los empleadores que abusaron de la fuerza laboral, ya que esta relación de trabajo permitió a los empresarios evadir sus responsabilidades y obligaciones con los trabajadores, a quienes les trataban como esclavos a cambio de 50 miserables centavos por la hora de trabajo, pues no les dotaban de los implementos de seguridad industrial, uniformes, muchos de ellos que sufrían accidentes de trabajo no eran atendidos de manera adecuada lo que puso en riesgo la vida de esos obreros, ya que no accedían al seguro social.
El trabajo por horas al igual que la tercerización laboral, fueron los mecanismos con los cuales evadieron la responsabilidad patronal y se vulneraron los derechos de los trabajadores, razón por la cual miles de obreros se movilizaron de manera permanente, realizando ciento de jornadas contra el trabajo por hora y la tercerización, aspecto que sería eliminado en el 2008 como consecuencia de la lucha de los trabajadores, quienes incluso fueron apresados por demandar la eliminación de estas modalidades que esclavizaban a los trabajadores, alcanzando una importante victoria en la actual Constitución.
Pero claro que la derecha, los neoliberales, los grandes empresarios jamás estuvieron de acuerdo con la eliminación ni de la tercerización, ni del trabajo por hora, por ello ahora buscan resucitarlo una vez más bajo el argumento que estamos en crisis y que la mayoría de jóvenes no tienen empleo y que esta modalidad podría “permitir” a la juventud estudiar y trabajar tratando de vender su idea a este sector, que producto de las políticas gubernamentales y de la naturaleza del Estado capitalista no han podido acceder ni al estudio, peor aún a una fuente de trabajo digna.
Gobierno y empresarios quieren romper el candado constitucional
La burguesía y sus gobiernos han venido insistiendo que no se “puede generar empleo” en nuestro país por que el Código del Trabajo es muy rígido y se encuentra caduco, que es necesario flexibilizar las relaciones laborales, para eliminar la pobreza incorporando más trabajadores a la industria, pero será verdad que los empresarios, la burguesía y el gobierno se preocupa de los trabajadores y sus familias?, será verdad que buscan eliminar la pobreza?, pues claro que No, lo que buscan bajo ese discurso aprovechándose de las necesidades y desesperación de los hogares ecuatorianos es consolidar sus fortunas y garantizar sus ganancias, pues su naturaleza de clase y la naturaleza del Estado capitalista no han cambiado, recordemos que son ellos los que le niegan el incrementos salarial a los trabajadores, son ellos los que pagan salarios de hambre, son ellos los que sacan los recursos fuera del país a los paraísos fiscales y no invierten en sus empresas para generar más fuentes de trabajo, son ellos los que despiden sin pagar las indemnizaciones, son ellos que abusan de su poder económico para imponer sus leyes, son ellos los privilegiados que viven en la opulencia, mientras la mayoría muere de hambre.
Pensar que los empresarios y el gobierno se volvieron buenitos y les importa la situación de los mas pobres, es como creer que el tigre se volvió vegetariano. Cuando ellos plantean retornar al trabajo por horas mediante la consulta popular, no es otra cosa que intentar romper el candado constitucional que prohíbe las modalidades precarias de contratación y específicamente el trabajo por horas y la tercerización laboral, por lo tanto lo que esta en juego son los derechos de los trabajadores a tener un trabajo decente, con un salario justo y seguridad social. Pero sobre todo su intención hoy es botar abajo la prohibición del trabajo por horas, mañana será la tercerización laboral.
¿Cuánto quieren pagar por la hora de trabajo?
Ahora bien, hasta ahora le a dado resultados ese discurso demagogo a la burguesía, ya que en una parte importante de la población a calado que es mejor trabajar aunque sea una o dos horas al día a no tener nada, lo cierto es que la juventud esta siendo engañada con el argumento que le pagarán entre 6 a 12 dólares; la hora de trabajo y que ellos; es decir el nuevo trabajador podrá escoger el horario y el tipo de trabajo para en el espacio de tiempo que tiene luego de estudiar poder trabajar, nada tan falso y vil como eso, pues los horarios serán de acuerdo a las necesidades del patrono y en el caso del valor de la hora de trabajo será en base al nuevo reglamento que debe elaborarse y que no distará en nada al reglamento del 2001 que señalaba lo siguiente, “ Son contratos por horas aquellos en que las partes convienen el valor de la remuneración total por cada hora de trabajo. Este contrato podrá celebrarse para cualquier clase de actividad. Cualesquiera de las partes podrán libremente dar por terminado el contrato.”, recordemos que en ese entonces como ahora en el valor de la hora de trabajo que por cierto era de míseros 50 centavos estaba incluidos todos los beneficios económicos legales que conformaban el ingreso total del trabajador entre ellos décimo tercero, décimo cuarto, vacaciones, por lo tanto no superara en esta ocasión los 2,30 la hora de trabajo y adicionalmente no podrá superar las 3 horas al día, ya que caso contrario deberían contratar bajo la modalidad del trabajo a tiempo parcial permanente y los trabajadores en ese caso no pueden ganar menos del 50% del salario básico unificado más el 25% de recargo y deben estar afiliados al IESS. Por lo tanto, en el mejor de los casos el trabajador que labore las 3 horas diarias, los 5 días a la semana es decir 60 horas al mes no podrán ganar más allá de 138 dólares y sin derecho al IESS, vacaciones o estabilidad laboral por lo que podrán ser despedidos cuando ellos quieran, y sin pagar un centavo de indemnización.
Pero claro para ellos es fácil hablar desde el status quo, desde sus privilegios, desde la comodidad que les da sus riquezas, ya que mientras el presidente Noboa nos dice que” hay que sacrificarse y trabajar duro para tener los tres platos y hasta el postre”, lo que no nos dice es que mientras el gana cerca de 38 dólares la hora, su ministra del trabajo 25 dólares la hora, el gerente de una empresa telefónica o minera ganan 62 dólares y de las empresas petroleras privadas 312; al trabajador que vende su fuerza de trabajo y que produce las ganancias para las empresas o genera bienes y servicios pretenden darle como gran cosa 2.30 centavos la hora, lo que evidencia claramente que el tan cacareado trabajo por hora no es la solución a la pobreza, sino por el contrario es el desarrollo de los mecanismos para sobre explota la mano de obra, que permite alcanzar una mano de obra barata y una fuerza de trabajo joven.
Trabajo por horas y nuevos despidos
Pero también existe otra razón por la cual quieren imponer el trabajo por hora, claro esta no es de ninguna manera garantizar el trabajo como una fuente de bienestar, de desarrollo y prosperidad de las familias ecuatorianas, ya que no va a generar NUEVOS empleos, por el contrario de acuerdo con la Ministra de Trabajo para contratar con esta modalidad deberán despedir a los trabajadores estables, principalmente serán quienes están cerca de llegar a los 20 años de trabajo para evitar pagar la jubilación patronal.
Finalmente el trabajo por hora profundizará aún más la crisis del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social IESS, pues si por un lado son despedidos los trabajadores estables o que han tenido la “suerte” de acceder a un trabajo decente es decir que ganan el salario básico, afiliación al IESS, trabajar 40 horas a la semana, 160 horas al mes; de acuerdo con la Ministra de Trabajo los nuevos trabajadores que laboren bajo la modalidad del contrato por horas, tendrán en el valor de la hora de trabajo el monto que corresponde al aporte al IESS, dicho en otras palabra no aportarán al Seguro Social, por lo tanto si les sucede algún accidente de trabajo no podrán acudir al IESS pues no estarán afiliados, ni tendrán fondos de reserva, ni podrán jubilarse, afectando así tanto al trabajador como al IESS, Queda claro entonces que nada es tan ruin, ni miserable como es esta propuesta de Noboa y la burguesía.
*Presidente Nacional Frente Popular.