“Avatares” El intenso poemario de Zulema Obando Herrería

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Por Gustavo Báez Tobar*

El jueves 11 de agosto, en el Salón Imbabura de la Casa de la Cultura, se llevó a efecto la presentación del poemario intitulado “Avatares”, dentro de la colección Tahuando, de la escritora y periodista  Zulema Obando Herrería, oriunda de la provincia del Carchi, pero radicada en Atuntaqui desde hace unos 25 años.

La presentación de la obra la hizo el Dr. Jairo Abelardo Terán, Presidente del Centro Cultural “Antonio Ante”, quien exaltó los méritos de esta importante escritora, que, luego de su “Punto de quiebre”, presentada años ha, hoy nos sorprende con ese nuevo fruto de su honda inspiración. “A humano sentimiento se lo expresa con voz y con palabra escrita, pero el diestro lo hace con lírica y ese es el caso de Zulema Obando, cual Quijote que se adentra en sus propias vivencias y los toma como suyos al dolor, al desconsuelo y agonía de otros con iguales o similares vicisitudes, y sus versos son una especie de catarsis frente a la cotidianidad de la vida”.  Expresa Jairo Terán.

De vida o muerte, El cuarto vacío, Dolores de mayo, Desde la Zona Cero, son los títulos que recapitulan conjuntos de sentida poesía, de versos asimétricos, generalmente, estrofas agrupadas en tiradas irregulares, para plasmar una lírica carcomida por  la angustia y el dolor interno o ajeno, que en todo caso lo hace suyo, como una nodriza de las vicisitudes, y no tiene reparo en desnudar su alma para exhibir sus heridas sangrantes, que le ponen al borde del colapso y del fin de su misma existencia. Por eso, desde el fondo de su espíritu, clama:“Cuál es la premura en llevarme,/ si he de morir de cualquier forma,/ permíteme hacer un pacto/ no devores mi interior,/ trémulo a tu contacto,/ que aún tengo mucho que dar y recibir”.

No obstante, sus íntimas dolencias, surge en Zulema la heroína, con la fuerza de la esperanza y sangre carchense, para izar la bandera de la paz y de la vida, como señal de triunfo sobre la muerte: “Esta soy yo/ prueba de la imperfección/ y la fragilidad humana, /pero también de la capacidad/ de recuperarme/ y ser más fuerte, esta soy superando el dolor/ y tomando el control, / agradecida con el Hacedor.”

Así Zulema Obando navega por el proceloso mar de la existencia, como buena surfista sortea los rudos golpes del destino, no importa cuán crueles fueran, pierde al hijo de sus entrañas y recibe el “dolor si nombre”, así como la ausencia  definitiva de su padre que profundos estragos infieren en su ya sangrante herida.

AVATARES, con la escritora, hacen suyos los dolores y temores del 16 de abril de 2016. “Desde la Zona Cero” se solidarizan con la desesperación de su gente, y lloran su angustia sentida en lo más  íntimo del civismo y amor patrio: “…Pun-pun, pun-pun…/ corazones latiendo a mil/ de momento, /un frío pegajoso me eriza,/ paralizando mis extremidades inferiores,/más el impacto del fuerte estruendo me despierta/ y mecánicamente estoy de pie/ en medio de las tinieblas,/ siento el piso levantarse/ en forma de olas,/ a resquebrajarse/ como si fuese de papel,/ en pocos segundos,/ la tierra se abre de un lado a otro/ todo se desploma/ se desmorona./ ¡Jesucristo, es como el fin del mundo!.

Congratulaciones para Zulema Obando Herrería, de su juvenil poesía y fuerza creadora, mucho aún espera la Patria.

*Miembro del Centro Cultural “Antonio Ante”

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