Por José Díaz*
El partido político-electoral de Correa es una empresa, funciona como el directorio de un equipo de fútbol corrupto: sus hinchas (seguidores) defienden la empresa así sus directivos roben de frente, no paguen a los futbolistas, hagan declaraciones chuecas de impuestos y su accionar vaya en contra de las leyes y la moral. Que el partido político de Correa funcione como un equipo de fútbol se puede explicar, porque frente a una vida tan dura y llena de lamentos, una gran parte de la población prefiere aferrarse a la alegría de un partido ganado y apoyar ciegamente al causante de ella, aunque también éste le de mil lamentos. Así funciona la psique humana, tendemos a ver lo positivo y magnificarlo frente a lo negativo; caso contrario, nuestra especie se hubiera extinto frente a tanta calamidad.
En declaraciones dadas por Guillermo Lasso un 15 de octubre de 2012 en el programa Contacto Directo de Ecuavisa, éste confesó haber recibido la visita de un (en ese entonces) joven Rafael Correa, quien le pidió una contribución económica para su primera campaña presidencial en 2006, esto también lo afirmó su ñaño (hermano) Fabricio Correa, y el silencio cómplice del propio Rafael Correa, quien nunca negó tal aseveración. Entonces, Lasso financió la primer campaña de Correa y Alianza País, y pese a que no se hable de un pago de favores frontal, los datos del propio gobierno demuestran los millonarios beneficios hacia la banca, por ejemplo: en el año 2011 los banqueros tuvieron 393 millones de dólares de ganancia, 10 veces más que en 2001.
Pero, eso no es todo, hay más indicadores que demuestran la aseveración inicial: En el año 2019, un año de crisis para Ecuador, el patrimonio de los bancos privados creció en un 9,4% más que en 2018. Las ganancias netas de los bancos en 2019 fueron 616 millones de dólares (1,5 veces más que en 2011), ganancias concentradas en los 5 grandes bancos del Ecuador, de los cuales el Banco de Guayaquil ganó 117 millones y en pandemia las ganancias de este se elevaron en 24%. Ese mismo Banco de Guayaquil, que es de Guillermo Lasso (aunque ahora en papeles digan otra cosa), pasó de tener un millón de dólares en los años noventa a más de 5 mil millones en el 2020. Véase la información de la Superintendencia de Bancos y Compañías, para quien tenga alguna duda.
Con los años, Correa se volvió cada vez más autoritario y prepotente por sus ansias de poder y dineroa, volvió en enemigos a Lasso y los demás accionistas que en un inicio pusieron dinero para que su empresa (partido político) gane las elecciones. Todos esos sectores, en el camino, fueron recibiendo millonarias retribuciones, que a la par tuvieron que soportar la prepotencia, con los años, se cansaron y se refugiaron de a poco en la imagen de Lasso y lo apoyaron de manera incesante por más de una década, hasta que con fraude en la segunda vuelta de las elecciones de 2021, lograron que este llegue a Carondelet. Es muy prematuro en este momento, pero, unos meses después de estas elecciones quedará nuevamente nítido los nombres de aquellos empresarios y actores políticos que están contribuyendo a la empresa política de Correa, con la esperanza de que si gana, les devuelva con creces todo el «dinero invertido en campaña».
*Coordinador Juventud Revolucionaria del Ecuador JRE