Por Comité nacional de la JRE
Ni media hora (con videos incluidos), necesitó el presidente Noboa para informar lo que ha hecho en seis meses de gobierno. Así, mientras él hablaba del “nuevo Ecuador”, de “resultados”, de estar “ganando a la inseguridad”, de sus “leyes urgentes”, de “nuevos empleos inexistentes”, etc.; se le olvidó de los líos diplomáticos innecesarios con Rusia y México, de la represión en Palo Quemado, del intento de su familia de acabar con el manglar de Olón, de los efectos del alza del IVA al 15%, de la grave crisis energética que no tiene visos de solución y de las cifras negativas que no aportan a su idea de que “estamos por buen camino”.
Según datos del propio INEC, 3 de cada 10 ecuatorianos viven con tres dólares diarios, 1 de cada 10 viven en la extrema pobreza. El empleo pleno bajó del 35,2% al 33,6% y el subempleo aumentó del 19% al 21,1% en un año. Además, 81 mil ecuatorianos han salido del país en lo que va del año, la misma cifra de todo el año anterior y, pese a la propaganda, en lo que va del año, se registran 1707 asesinatos y 1518 extorsiones, delitos como el secuestro, los asaltos y otros se han disparado.
Este gobierno también le ha dado la espalda a la juventud, pues no ha cumplido con las ofertas de generación de empleo joven, el libre ingreso a la universidad o el respeto al resultado de la Consulta Popular que ordenó que se detenga la explotación petrolera en el Yasuní y, lo que es peor, le ha disminuido el presupuesto en más de 80 millones a las universidades, incumple con más de 2 mil millones a la educación general, no ha creado un verdadero plan de aulas seguras, ha cometido varios abusos con el cuento de la «guerra», ha motivado que cientos de miles de jóvenes sigan sin acceso a la universidad y que 70 mil estudiantes no hayan regresado a las aulas en el régimen Costa-Galápagos.
De ahí que no es de extrañarse que su aceptación haya pasado del 85% en enero, al 58% en mayo y que, además, que, en las preguntas referentes al arbitraje internacional y al contrato por horas recibió un contundente rechazo de más del 70%, quedándose con el consuelo de las preguntas de seguridad obvias y difíciles de cumplir. Cada vez son más los sectores que dejan de creer en Noboa, la idea de “jovencito” o “nuevo” se va desvaneciendo entre la evidencia de su política neoliberal, las promesas incumplidas y los destinos, esos que ni la plata, ni el tiktok pueden disimular.
24-05-24