Los crímenes del sionismo contra la humanidad: una breve selección

Periódico Opción
Periódico Opción
21 Minutos de lectura

Por Edgar Isch L.

El Sionismo, nacido en Europa bajo el lema de “Una Patria para el pueblo judío”, se convirtió en una orientación de corte fascista, xenófoba y responsable de verdaderos crímenes contra la humanidad. La mayoría de ellos están tipificados en las normas internacionales, incluso en las que pretenden frenar acciones brutales en medio de una guerra entre Estados, aunque no es el caso concreto de nuestros días, porque a Palestina se le niega su existencia como Estado y no tiene ejército, ni refugios antiaéreos.

Una aclaración importante: la condena al sionismo y su gobierno en Israel, aunque éste tenga apoyo mayoritario de la población que se identifica como judío, tal como Hitler tuvo apoyo en su país en un momento de su historia, no involucra ni puede involucrar un rechazo a todos los integrantes de la cultura hebrea ni a todos los que responden al judaísmo como religión. Se podría poner por ejemplo a la Red Internacional de Judíos Antisionistas que sostienen que son: “una red internacional de judíos incondicionalmente comprometidos con las luchas de emancipación humana, de las cuales la liberación de los habitantes de Palestina y de su tierra es una parte primordial. Nuestro compromiso es el desmantelamiento del apartheid israelí, el retorno de los refugiados palestinos, y el fin de la colonización israelí de la Palestina histórica”[i].

Crímenes de odio y racismo

Si se lee frases de prominentes sionistas, se encuentran muchas que desconocen la condición de seres humanos para árabes y particularmente palestinos. Un solo ejemplo de uno de los gobernantes israelíes, Menahim Begin, que en el parlamento dirá que: «Los Palestinos son bestias sobre dos patas.»[ii]

Ese trato es un crimen de odio permanentemente expresado. Hoy se manifiesta en las camisetas del Movimiento Juvenil Sionista EZRA pidiendo “Quemar a los árabes”[iii], así como en los cánticos por matar a los árabes que gritan en Jerusalem los sionistas.

Discriminación

La discriminación contra los palestinos es practicada por el gobierno de Israel todo el tiempo. Esto, incluyendo a los que viven dentro de territorio israelí y tienen formalmente esa nacionalidad. Según Amnistía Internacional (2021), “Israel seguía discriminando a los ciudadanos y ciudadanas palestinos de Israel en materia de urbanismo, asignaciones presupuestarias, control policial y participación política. Según el Centro Jurídico para los Derechos de la Minoría Árabe en Israel Adalah, Israel mantenía más de 65 leyes que discriminaban a la población palestina”[iv].

En la decimotercera Ley Básica israelí (de un país sin Constitución), aprobada en 2018, se entrega una licencia a la discriminación. En ella se define al hebreo como el idioma oficial, rebajando el árabe y al yidish (hablado por un sector de judíos ortodoxos) a un estatus especial y define a Israel como «el hogar nacional del pueblo judío», es decir de una sola nacionalidad, excluyendo a cualquier otra.

Apartheid

El apartheid es una organización social territorial nacida en Sudáfrica y contra la que lucharon por mucho tiempo, contando con líderes como Nelson Mandela. Se trata de la segregación étnica y “racial” en pequeños territorios empobrecidos y separados entre sí, que dependen del Estado colonizador y cuya población ve negados todos sus derechos.

Esto es lo que hoy se vive en Israel, los Territorios Ocupados y Palestina. Si se mira los mapas históricos, se observa como cada vez los palestinos tienen menos tierra, aislada, bajo control de Israel. Un buen ejercicio es imaginar ese proceso en cada uno de nuestros países y cuál sería nuestra reacción ante semejante agresión sistemática. Para ir de un territorio palestino a otro, deben pasar, si les permiten, por varios controles militares. Eso incluso las ambulancias, imposibilitando muchas veces atención de emergencia.

Muchos organismos de DDHH han denunciado este Apartheid. El Centro Israelí de Información sobre Derechos Humanos es uno de ellos, que resalta cuatro políticas colonizadoras, basadas en el divide, separa, decide y gobierna: normas que permiten migración solo a los judíos; apropiación de tierra para los judíos, aumentando la sobrepoblación en los enclaves en los que se encierra a los palestinos; restricción de la libertad de movilización a los palestinos; negación del derecho político de participación[v].

Hay que considerar también el muro de separación, planificado para 626 kilómetros según fuentes oficiales, dejando aislada la Rivera Occidental. Esta es una de las medidas para tener a los palestinos encerrados en una inmensa cárcel a cielo abierto.

Limpieza étnica

Este crimen de lesa humanidad busca «limpiar» a un territorio de habitantes de otro grupo étnico, nacional o religioso, para lograr la monoculturalidad y “pureza”. Se trata de una eliminación sistemática o la expulsión forzada de una población, negándole sus derechos humanos.

En esa dirección, los sionistas no dudan en proponerse e impulsar este crimen: «Debemos utilizar el terror, el asesinato, la intimidación, la confiscación de tierras y el corte de todos los servicios sociales para expulsar de Galilea a su población Árabe.» (Israel Koenig, «The Koenig Memorandum»).

También hay que considerar que incluso personas con abuelos judíos pueden pedir la nacionalidad israelí, ir allá y seguramente ser alentado a vivir en uno de los asentamientos ilegales con los que siguen quitando la tierra a Palestina, pero la misma Ley de Retorno excluye a todo palestino de la posibilidad de regresar a su tierra.

La destrucción de viviendas y de servicios básicos, como la realizada por los bombardeos de Israel en este mes, implican que miles deben buscar refugio, salir de allí. Solo en el año pasado, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) de la ONU, Israel demolió 848 estructuras residenciales y dedicadas al sustento palestinas en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, desplazando a 996 personas.

Hoy la violencia inició con la política de expulsar a familias árabes de sus viviendas en un histórico barrio de Jerusalén para darlas a judíos, rodeando y aislando el tercer templo de importancia para el Islam. La matanza en Gaza ha tenido esas características en este mes, sin tener una evaluación final de cuánto se dañó en infraestructura y edificios. La masacre de familias enteras no es casual, está aprobada por autoridades civiles y militares, haciendo de éste, nuevamente, un crimen sistemático.

Hoy la mayoría de quienes se reconocen palestinos vive en refugios. La historia demuestra que allí tampoco han tenido la seguridad que debe ser garantizada en su condición, ni condiciones dignas de existencia. Lo que se encuentran fuera del territorio son impedidos de retornar y rehacer sus vidas.

Territorios ocupados

La ocupación significa someter a un territorio y sus habitantes a las determinaciones de un ejército extranjero. La ilegalidad de la ocupación israelí, desde 1967, abarca los territorios palestinos de Cisjordania (incluida Jerusalén Este) y la Franja de Gaza; las alturas del Golán de Siria; y, hasta 1982, en la Península del Sinaí de Egipto. La Corte Internacional de Justicia y la Asamblea General de las Naciones Unidas catalogan por ello a Israel como «Potencia Ocupante».

Se mantiene el ilegal bloqueo aéreo, marítimo y terrestre israelí sobre la Franja de Gaza y otros territorios. Incluye el control de la entrada y salida de personas y bienes, impidiendo, en múltiples ocasiones, el ingreso de ayuda humanitaria, materiales de construcción y combustibles (HRW, 2021)[vi]. Hoy mismo, tras la tregua pactada, la falta de medicinas es un problema fundamental.

La “anexión” de nuevos territorios mediante “asentamientos” es igualmente señalada por parte de la ONU, la Unión Europea y otros como contraria a la legislación internacional. Una vez más hay que denunciar la hipocresía de Estados Unidos, que con Trump pretendió el reconocimiento de estos territorios, así como imponer que Jerusalem es la capital de Israel.

Nuevamente, no siempre niegan este proceder. Moshe Dayán, famoso jefe militar israelí lo dirá en estos términos: «Las villas judías están construidas en el lugar de las villas Árabes. Ustedes no saben incluso el nombre de estas villas Árabes… No hay un sólo lugar construido en este país en el que no hubiera previamente una población Árabe.»[vii]. Esto además desmantela la ficción de que se trató de asentamiento de “un pueblo sin territorio dentro de un territorio sin pueblo”.

En muchos casos, promueven abiertamente el despojo territorial. «Es un deber de los líderes Israelíes explicar a la opinión pública, claramente y con coraje, un cierto número de hechos que se olvidan con el tiempo. El primero de ellos es que no hay sionismo, colonización o Estado Judío sin el desahucio de los Árabes y la expropiación de sus tierras.» (Yoram Bar Porath, Yediot Aahronot, 14 de julio de 1972).

El reconocimiento de lo que hacen viene de otro líder histórico judío, David Ben-Gurion: «Si yo fuera un líder Árabe nunca haría la paz con Israel. Es natural: hemos ocupado su tierra.» (citado en The Jewish Paradox, por Nahum Goldmann, Weidenfel y Nicolson, 1978, p.99).

Homicidio ilegítimo y excesivo uso de la fuerza

Estos crímenes son frecuentes y ya vimos que están ligados a lograr que la gente huya. Hay asesinatos selectivos a dirigentes políticos y muchas veces a sus familias, a manifestantes contra los que se usa armas de fuego de manera intensiva, prisiones arbitrarias y también ataque a las formas de vida. Para el año anterior, Amnistía Internacional recoge que “Las fuerzas israelíes abrieron fuego a menudo contra pescadores y agricultores en Gaza; según el Centro Al Mezan para los Derechos Humanos, resultaron heridos 12 pescadores y 5 agricultores”. Nuevamente, en mayo de 2021 se ha denunciado esta misma agresión contra civiles y el derecho a la alimentación del pueblo.

Tortura y prisiones arbitrarias

Los organismos de derechos humanos señalan que los malos tratos y torturas se realizan con total impunidad. Para el año pasado no existía una contabilidad, pero se estimaba en miles de presos detenidos arbitrariamente. Las autoridades israelíes realizaron cientos de operaciones en toda Cisjordania para detener a palestinos, por lo general en sus viviendas y por la noche. Las personas detenidas eran recluidas en prisiones de Israel, junto con miles de palestinos más de los Territorios Palestinos Ocupados (TPO) detenidos en años anteriores, lo que constituía una violación del derecho internacional humanitario, que prohíbe el traslado de detenidos al territorio de la potencia ocupante (Amnistía Internacional, 2021).

Muchas veces, las víctimas son niños y niñas. Son arrestados continuamente, sometidos a inspecciones en las calles. En octubre de 2020, según Defensa de Niñas y Niños Internacional, Israel tenía a 157 palestinos menores de edad en prisión, dos de ellos sometidos a detención administrativa. Eran interrogados sin la presencia de sus padres y permanecían recluidos junto con adultos. El tiempo de prisión es indefinido.

Castigos colectivos

El control de servicios y derechos básicos permite a la potencia ocupante realizar castigos colectivos, que han sido denunciados en diversos momentos de la historia de la ocupación. Corta el agua, la electricidad o simplemente impedir el libre tránsito, impedir el ingreso de productos necesarios para la población, son medidas habituales.

Un piloto militar israelí, identificado únicamente por la inicial de su nombre, D, durante una entrevista con el canal de televisión israelí, Channel 12, reveló que el derribo de los edificios altos en la Franja de Gaza se produjo “como desahogo” “por la frustración generada a raíz de los golpes que los grupos (de resistencia) en Gaza nos estaban asestando”[viii]. Muchos de esos edificios, eran viviendas de familias enteras que hoy no tienen nada.

Castigar a toda una población o familiares por lo que se acusa a un grupo a un individuo, es también considerado un crimen de guerra. Nuevamente, aquí los sionistas y los nazis se parecen.

Ataques a los defensores de derechos humanos

Hace poco, la Federación Internacional de Derechos Humanos denunció los métodos usados por el gobierno sionista: “Calumnias, campañas para disuadir a los donantes, un arsenal legislativo restrictivo, obstáculos judiciales… Hace 20 años que se multiplican las maniobras de desprestigio y de acoso orquestadas por el gobierno israelí contra las ONG y las personas defensoras de los derechos humanos de Israel, el Golán y Palestina”[ix].

Dos expertos de la ONU en Derechos Humanos explicaron “que la condena de Israel el pasado 6 de enero a Issa Amro, un defensor palestino de las garantías fundamentales y fundador de un grupo con sede en Hebrón que se opone a la expansión de los asentamientos mediante la resistencia civil no violenta, ‘forma parte de un patrón claro y sistemático de detención, acoso judicial e intimidación’ en ese país”[x].

Que se trate de un patrón sistemático demuestra que se trata de un crimen de Estado y no de acciones aisladas. Y se niega así la protección a los defensores de derechos humanos a la que los Estados realmente democráticos se comprometen. Israel además continúa negando la entrada en los TPO a organismos de derechos humanos, incluido el relator especial de la ONU sobre los derechos humanos en los TPO.

Ataque al ejercicio del periodismo

El 15 de mayo tres misiles pesados de origen israelí destruyen el edificio de departamentos y oficinas, en el cual estaban las oficinas agencia estadounidense AP y Al-Jazeera, más otras entidades de prensa. Aunque se llamó para que salga la gente, no se permitió el tiempo para que la gente y los periodistas rescaten la mayoría de sus materiales.

Sin ofrecer pruebas hasta hoy, se dijo que allí estaban objetivos militares de Hamás. Eso es desmentido por los periodistas que por muchos años usaban ese edificio y dejaron ver que con ello el mundo tendría menos información sobre la realidad en Gaza, callando la destrucción y muerte que el sionismo genera.

Violación del derecho a la salud

Las restricciones de Israel a la libertad de circulación siguieron dificultando el acceso de la población palestina a la atención sanitaria, con el consiguiente aumento del riesgo para las personas vulnerables durante la pandemia de COVID-19.

Sea castigo colectivo o no, se ha denunciado la enorme distancia entre proveer de vacunas para la COVID-19 a la población israelí y negarla para los palestinos. Incluso, con los bombardeos a precisión destruyeron el único centro de detección de la pandemia que existía en Gaza. En otros momentos, se han destruido incluso escuelas.

La necesidad de un juicio a los ocupantes y sus crímenes

Así como se realizó un Juicio de Núremberg, para juzgar los crímenes de guerra de los nazis, algún día deberá realizarse otro para poner ante la justicia a gobernantes sionistas y jefes militares de Israel. Se puede decir que para ello está la Corte Penal Internacional, lo cual es cierto de manera que ese podría ser el escenario adecuado, pero las acciones de Israel y Estados Unidos contra las capacidades reconocidas a esa Corte y su independencia, son ataques que dificultan su accionar.

La legislación internacional sobre derechos humanos y contra los crímenes de lesa humanidad y los de guerra, de be aplicarse sin que, sobre todo, Estados Unidos se convierta en una barrera que impida la justicia. La humanidad requiere la verdad, la aplicación de normas fundamentales de convivencia y el reconocimiento a los derechos palestinos y la existencia de su Estado.


Referencias

[i] Red Internacional de Judíos Antisionistas: Carta Abierta al Mundo. https://piensachile.com/2009/01/27/red-internacional-de-judasos-antisionistas-carta-abierta-al-mundo/

[ii] Begin, Menahim. Discurso al Parlamento, citado en Amnon Kapeliouk, «Begin y las ‘Bestias'», New Statesman, 25 de Junio de 1982.

[iii] SOTT, 2013. ‘Quemar Arabes’, es el nuevo slogan del Movimiento Juvenil Sionista EZRA. En : https://es.sott.net/article/21185-Quemar-Arabes-es-el-nuevo-slogan-del-Movimiento-Juvenil-Sionista-EZRA

[iv] Amnistía Internacional (2021). Informe 2020-2021. La situación de los Derechos humanos en el mundo. Reino Unido.

[v] Centro Israelí de Información sobre Derechos Humanos (2021). A regime of Jewish supremacy from the Jordan River to the Mediterranean Sea: This is apartheid. En: https://www.btselem.org/publications/fulltext/202101_this_is_apartheid

[vi] HRW (2021). World Report 2021. Human Rigths Watch. New York.

[vii] Dayan, Moshe (1969). Comunicado a Technion, Haifa, citado en Haaretz, el 4 de Abril de 1969.

[viii] Agencia Anadolú (2021). Piloto israelí revela que derribaron edificios en Gaza al no poder impedir el lanzamiento de cohetes. 23 de mayo de 2021. https://www.aa.com.tr/es/mundo/piloto-israel%C3%AD-revela-que-derribaron-edificios-en-gaza-al-no-poder-impedir-el-lanzamiento-de-cohetes/2251388

[ix] FIDH, 2021. Israel: campañas para acallar a defensores de derechos humanos de Israel, el Golán y Palestina. https://www.fidh.org/es/region/magreb-y-medio-oriente/israel-y-palestina/israel-campanas-para-acallar-a-las-personas-defensoras-de-los#

[x] Noticias ONU, 2021. Las detenciones de activistas en Israel buscan silenciar a los defensores de los derechos humanos, denuncian expertos.

Comparte este artículo