Ecuador: La revancha entre el correísmo y los Noboa

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Por Jaime Chuchuca Serrano

El 20 de agosto pasaron a segunda vuelta Luisa González, de la Revolución Ciudadana 5 (33,49 %), y Daniel Noboa, de la alianza ADN, PID-Mover 4-35 (23,4 %). En octubre deberán volver a medirse.

En Ecuador se recordará el 2023 porque ha sido la primera vez en que se ha utilizado el mecanismo constitucional de la Muerte cruzada. Por el temor a la destitución por juicio político, Lasso disolvió la Asamblea Nacional. En estos días, los ecuatorianos vivimos unas apresuradas elecciones presidenciales y legislativas. El 20 de agosto pasaron a segunda vuelta Luisa González, de la Revolución Ciudadana 5 (33,49 %), y Daniel Noboa, de la alianza ADN, PID-Mover 4-35 (23,4 %). En la Asamblea, como se verá más adelante, creció el número de legisladores del correísmo y de la derecha. Vayamos más despacio…

¿Qué pasó en la primera vuelta?

En estas elecciones la mayoría de los sondeos previos mostraron al correísmo (Luisa González), así como a varios de la derecha (Fernando Villavicencio, Jan Topic, Otto Sonnenholzner) y la izquierda (Yaku Pérez). No obstante, después del asesinato de Fernando Villavicencio el 9 de agosto, cambió la estructura de oportunidades políticas y se derechizó el ambiente electoral.

El debate presidencial del 13 de agosto y el postdebate, desmarcaron a los candidatos. Yaku Pérez (izquierda) fue el más perjudicado en el postdebate y su campaña no pudo sostener la crítica; otros afectados fueron Luisa González y Otto Sonnenholzner. El aparato del correísmo rescató en parte a González. Al contrario, el más beneficiado de la derecha fue Daniel Noboa, hijo del magnate bananero, Álvaro Noboa, que aparecía en lugares marginales de los sondeos. La diferencia abismal de lenguaje entre Noboa hijo y padre, catapultó al primero en los medios, redes sociales y electorado. Las réplicas en el postdebate fueron determinantes en la construcción de una narrativa de candidato solvente.

Entre el 11 y 20 de agosto, día de las elecciones, no se podían publicar encuestas, por lo tanto, aumentó la incertidumbre electoral. En la última semana, se iba aclarando el panorama, Luisa González, Daniel Noboa y Cristian Zurita (reemplazo de Fernando Villavicencio) se ponían a la delantera. ¿Quiénes irían a la segunda vuelta? De los candidatos que se mostraban en las encuestas, solo Luisa González se mantendría.

El correísmo, de entrada, era la primera fuerza política en todas las lecturas. Diferentes hechos lo respaldaban: un voto duro alrededor del 32 % y 47 asambleístas en 2021, ganó más de 50 alcaldías y 9 prefecturas en febrero de 2023. No obstante, el pasado domingo, además de tener una votación por la figura de Correa, parecería afirmarse un voto orgánico numeroso con el que no cuenta ninguna fuerza del país. En definitiva, el electorado respaldo a Luisa González y Andrés Arauz con 33,49 % de la votación. El peor problema que tuvo el correísmo en su campaña fue estructurar el discurso de los candidatos. Después de varias equivocaciones que generaron tendencias en Twitter, suspendieron toda entrevista a Arauz por más de tres semanas; incluso, después de enterarse de que ganaron, Arauz no habló ante el público, ni a los medios.

El voto de la derecha se dividió entre Noboa, Villavicencio, Topic y Sonnenholzner, no obstante, cambiaron los números. El voto de los indecisos benefició a Daniel Noboa y logró capitalizar un 24,12 %, quedando en segundo lugar (como cuando Lasso sacó 19,74 %). La estrategia de los asesores de Daniel Noboa, como Iván Carmignani, fue mantenerlo fuera del radar de los ataques y la contracampaña. Como en la época de su padre, Noboa junior recorrió el país con acciones clientelares.

El formato de la propaganda fue resaltar su juventud, mostrarlo como un candidato nuevo, pero preparado. El CNE falsamente propagandizó que Daniel Noboa tenía 4 maestrías, pero en la página de la Senescyt se puede ver una inscrita.

La primera declaración de Daniel Noboa, al saber que iba a la segunda vuelta, fue: “Dios tomó la decisión en la votación”. Su alianza se conformó con Pueblo, Igualdad, Democracia (PID, 4), de Arturo Moreno, primo del ex presidente Moreno, y MOVER (35), ex Alianza País, de Patricio Barriga y Lenin Moreno.

Además de la votación de derecha, que fue a Villavicencio, este sumó un voto de rechazo e indignación por el asesinato, que le dio 16,33 %; geográficamente se puede rastrear que la votación de Pachakutik migró a este candidato. En Ecuador se votó por un muerto, por la víctima de un crimen.

Cristian Zurita, el remplazo de Villavicencio, tuvo muy pocos días para hacer campaña, pero se mantuvo en los medios. El Partido Social Cristiano (PSC), con una campaña enfocada en la seguridad, creció al 14,6 %, con Jan Topic. El patriarca socialcristiano, Nebot, pasó casi oculto en la campaña. El ex vicepresidente de Moreno, Otto Sonnenholzner, alcanzó 7,17 %.

La votación de Yaku Pérez, disminuyó abruptamente a 3,8 % (en 2021 obtuvo 19,39 %). El fraccionamiento de Pachakutik (PK) imposibilitó la alianza; orgánicamente no impulsó el voto por Pérez; tampoco la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), Leonidas Iza, presidente de esta, llamó a votar nulo. El Consejo Nacional Electoral (CNE), agudizó las contradicciones al no reconocer a la nueva directiva de PK. En 2021, Yaku Pérez fue candidato a raíz del Levantamiento Indígena y Popular de 2019. Ahora cambió el contexto. Primaban los conflictos por la guerra interna de la droga.  La campaña de Pérez en 2023 fue austera y los ataques en su contra fueron feroces. Xavier Hervas, queda a la cola con 0,49 % y Bolívar Armijos con 0,36 %.

Las curules de los asambleístas

La votación de esta primera vuelta derechizó la Asamblea y amplió la bancada correísta. Los asambleístas correístas alcanzaron 54 sitios (antes 47); Construye, al lado derecho del tablero, consigue 29 asambleístas; ADN de Daniel Noboa, 14 asientos; los socialcristianos 15 curules; Actuemos, 5 escaños; Pachakutik, 5 (antes 27); Alianza Claro Que se Puede, 3 sitios; Centro Democrático, Amigo, Sociedad Patriótica, Gente Buena y otros nueve movimientos provinciales, un asambleísta cada uno, en total 13.

Con estos resultados, se mantendrán las mayorías móviles de la Asamblea disuelta. La casi ausencia de Pachakutik, es un duro golpe al movimiento indígena, quien fue la segunda fuerza de la anterior legislatura. El presidente o presidenta electo, tendrá que realizar acuerdos con las distintas fuerzas del legislativo para poder gobernar. Obviamente, de ganar Luisa González, le será más fácil conformar mayorías; no así a Daniel Noboa.

A la segunda vuelta: el correísmo y el bananerismo

En 2006, salieron triunfadores en primera vuelta Ávaro Noboa y Rafael Correa, en la segunda vuelta, ganó Correa. Alvarito, como se lo conoce en el país, se postuló en cinco ocasiones para presidente, y fue derrotado en todas. Ahora, como una revancha, en la segunda vuelta que tendrá lugar en octubre, veremos enfrentados a Luisa González del correísmo y Daniel Noboa del bananerismo. En 2021, el correísmo se enfrentó al millonario banquero, Lasso, y salió perdedor, ahora se enfrentará al millonario bananero.

La familia Noboa es concentradora de la tierra desde el siglo XIX; el monocultivo del banano fue la base para la acumulación de su capital. Diego Noboa y Arteta (1789-1870), tatarabuelo del candidato, participó en las guerras de la independencia, fue parte del cuarto gobierno de la República y el séptimo presidente. Luis Aldolfo Noboa (abuelo) y Álvaro Noboa (padre), a su tiempo, fueron los hombres más ricos del país. La base terrateniente oligárquica es la cuna de Daniel Noboa.

Rafael Correa, economista y académico, ganó la presidencia en tres ocasiones (2007-2017). Después de la Constituyente de 2008, el correísmo modernizó el Estado y llegó a encabezar todas sus funciones; intentó encauzar un desarrollismo diferente del neoliberal, sin lograrlo. El relevo de Correa, Lenin Moreno, ganó una cuarta presidencia por Alianza País (2017-2021); sin embargo, en 2019 se fraccionaría el movimiento. Moreno aprovechó el aparato de poder dejado por el correísmo y terminó gobernando con un pacto neoliberal empresarial, del cual formó parte el banquero Guillermo Lasso.

Moreno desmanteló el Estado y la pandemia encontró al país en las peores circunstancias. Más tarde, el correísmo impulsó el juicio político a Lasso, que terminó con la Muerte Cruzada y puso sentencia al gobierno de Lasso a mitad de período (2021-2023). En este corto tiempo, el gobierno de Lasso aparte de ser neoliberal, fue completamente negligente y hemos llegado a la peor estructura de violencia y criminal de la historia.

Aunque a varios sectores les interesa que regrese la tónica del correísmo/anticorreísmo, esta primará menos. El correísmo se ha acercado a bloques empresariales fuertes; la misma Luisa González fue militante del PSC. Por su parte, Noboa ha dicho que es de “centroizquierda” para ganarse ese electorado.

Los primeros acercamientos del correísmo con ex correístas y ex contratistas, para sumar votos se harán con Diana Jácome, Erika Paredes (ex candidatas vicepresidentas de Topic y Sonnenholzner), Bolívar Armijos y Linda Romero, y otros contactos provinciales. De la derecha, el PSC, con quien mantuvo alianzas en el legislativo, es proclive a respaldarlo. El resto de la derecha irá con Noboa, es decir, el electorado de Sonnenholzner, del finado Villavicencio y Construye. Sin bien Jan Topic y su familia antes apoyaron al correísmo, ahora parece que están más avanzadas las conversaciones con Noboa y Topic se ha pronunciado apoyándolo.

El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Leonidas Iza declaró que el triunfo del «Sí» para evitar la actividad minera en el Chocó Andino es una representación simbólica de la lucha para enfrentar el extractivismo. El Yasuní y el Chocó Andino.

Este período electoral fue particularmente interesante, porque se desarrolló la Consulta nacional por la conservación del petróleo en el Yasuní. En este Parque Nacional se empezó a extraer petróleo por decisión del ex presidente Correa y la Asamblea en 2013. El colectivo Yasunidos tramitó la consulta popular, pero ésta fue negada.

Diez años después la Corte Constitucional se pronunció a favor de la realización de la consulta por la existencia de una biodiversidad invaluable y pueblos no contactados. El 20 de agosto, el Sí por la conservación del Yasuní triunfó con el 58,9 % de la votación nacional, el No llegó al 41,02 %. Pérez, Villavicencio, Topic y Noboa se pronunciaron por el Sí. El gobierno de Lasso y las cámaras de minería hicieron campaña a favor del No; también se opuso González del correísmo, Sonnenholzner, Armijos y Hervas. Esta Consulta por el Yasuní es pionera en el mundo, y postula la posición de los pueblos ecuatorianos por planificar el postextractivismo. Además, en Quito se realizó la Consulta para prohibir la extracción minera en la mancomunidad del Chocó Andino, en 6 parroquias: Nono, Nanegal, Nanegalito, Pacto, Gualea y Calacalí. El Sí por la prohibición minera, triunfó en las 4 preguntas con más del 68 %. Esta decisión se suma a los cantones de Girón (2019) y Cuenca (2021) que han prohibido la minería, enfocándose en la conservación de la

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