El paro de la CNTE: una respuesta a la política de la 4T

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Autor: Juan Carlos Zapata / México

     Después de la pantomima de la entrega del bastón de mando a Claudia Sheinbaum Pardo para asumir la “defensa de la Cuarta Transformación” así como la designación de Xóchitl Gálvez como la candidata del “Frente Amplio por México”, ha iniciado de manera formal el proceso electoral más grande de la historia del país. En estas elecciones, se renovarán miles de ayuntamientos municipales, cientos de diputaciones locales y federales, así como las 128 senadurías, 9 gubernaturas y la presidencia de la República.

     Para garantizar la continuidad neoliberal, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) le ha impuesto el programa de gobierno a su sucesora a través de 20 iniciativas de reforma a la Constitución que tendrá que impulsar una vez que ésta llegue al poder.

     Respecto a la relación del gobierno de la autodenominada Cuarta Transformación con el magisterio nacional, es preciso recordar que en mayo de 2023 AMLO y los charros del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) acordaron un incremento salarial que sólo hizo “justicia” a los trabajadores administrativos, ya que no tomaron en cuenta en el incremento, con el mismo porcentaje, a los maestros frente a grupo, hecho que generó una inconformidad y protesta generalizada que incluyó a varios grupos dirigidos por charros sindicales. A partir de entonces, es evidente la agitación y el desarrollo de un proceso organizativo en las secciones sindicales de la capital del país.

     La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), por su parte, ha venido reiterando la exigencia de reinstalar el diálogo suspendido por el presidente de la República desde diciembre de 2020, cuando la CNTE resolvió no participar en el homenaje de reconocimiento ofrecido por el gobierno federal. Desde entonces, todas las instancias del gobierno de la 4ªT arreciaron su ofensiva contra el magisterio democrático, particularmente contra la Sección 7 de Chiapas, desconociendo en los hechos a la dirección seccional al imponer de manera unilateral los cambios de escuela y zona escolar, así como los ascensos directivos en todas las primarias y secundarias de la entidad. A la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), aunque se ha movilizado tanto en Guerrero como en la capital del país, se le ha dado el mismo trato y la única respuesta a la demanda de pagos de adeudos a maestros, ascensos y cambios, ha sido que todo se hará conforme a las reglas del SICAMM. En Michoacán, por su parte, el gobierno del estado implementó una serie de maniobras para dividir aún más a la otrora combativa sección XVIII; a la secciones 9 y 10, con la complicidad del gobierno federal, los charros les impusieron un CES charro.

     Aun cuando su contundencia ha sido limitada, las movilizaciones de los contingentes de la CNTE y el anuncio del estallamiento del paro indefinido por demandas como aumento salarial, nueva Ley del ISSSTE y pago de pensiones a los trabajadores jubilados en salarios mínimos, AMLO se ve obligado a recibir a la Comisión Nacional Única de Negociación para el 1 de abril, una fecha que sabe que el magisterio se encontrará de vacaciones y no podrá movilizarse masivamente.    

     Es casi seguro que frente a la exigencia de nueva Ley del ISSSTE y pago de pensiones en salarios mínimos, propondrá discutir sus iniciativas de ley; respecto al aumento salarial que será anunciado en abril, lo planteará como un resultado de la negociación con los charros del CEN del SNTE a quienes, como los anteriores gobiernos del PRIAN, de antemano ya los ha premiado con senadurías, diputaciones, presidencias municipales y demás cargos de elección popular.

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     Frente a la arrogancia del gobierno y el desdén hacia la CNTE, tal como lo ha mandatado la ANR, las fuerzas de la CNTE tienen que hacerse presente en las calles y plazas, reivindicando la táctica de lucha movilización – negociación- movilización, dejando en claro que este gobierno que se va no ha respondido satisfactoriamente sus demandas. Por lo tanto, el paro indefinido y la consigna ¡Gobierne quien gobierne, los derechos se defienden! Tienen más vigencia que nunca.

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