Hernando Morales Vinueza
Abogado: Jaime Nebot S.
Reciba un atento saludo de parte de una persona a quien usted no conoce, pero, se han visto en algunas oportunidades. Como usted ha sido y es un político, emite criterios, que ponen a repensar el Estado en que vivimos y tenemos. Le confieso que le tengo recelo, cuando usted hace o dice algo.
Le tengo recelo, porque recuerdo que cuando usted era diputado se le ocurrió presentar un proyecto que se convirtió en ley “el pago del impuesto por el giro de cheques”. Fue el detonante para la caída del sistema financiero y la terrible crisis que vivieron los ecuatorianos, hasta hoy la gente sufre sus secuelas.
Le tengo recelo, porque a los veintidós años de aquella desgracia, sale con declaraciones de un posible federalismo. No sé cuál sea el contenido y alcance de su propuesta; aunque se deja entrever que se anuncia la desintegración nacional; la aspiración ancestral del separatismo y la renovación del regionalismo que se creía extirpado. Con sus declaraciones se confirma que es una enfermedad crónica que tienen algunas personas, de su entorno. El discurso no es aislado, cuando se dice que van a traer cebollas del Perú, o, cuando vienen a Quito a una reunión de alcaldes con un pelotón de camionetas para “intimidar” al convocante. Nunca entenderé lo que quisieron.
Le rengo recelo, porque el Federalismo es un sistema político basado en un pacto en que varios estados, conservando su independencia administrativa y judicial, se unen y adoptan leyes generales para sus intereses políticos internacionales, militares o comerciales. Tienen diversas soberanías: la del Estado Federal y la de los Estados Federados. Nacen del acuerdo de los pueblos, atraídos por lazos físicos, morales y económicos. En fin, puedo seguir escribiendo sobre este sistema, pero eso no ayuda en nada a lo que quisiera decir en esta columna. Lo que no está claro es sí ya tiene conversaciones con otros estados o aspira que también otras provincias quieran federarse.
Le tengo recelo, porque usted hace comparaciones con otros estados federados. Habría que ver si en algún momento estudió la historia de esos estados, porque son el producto de guerras, usurpaciones, derramamientos de sangre y no todos ellos han logrado eliminar la miseria, a la que usted tanto se refiere. Le cuento que en las comparaciones que usted hace, me parecen muy mal traídas: EE.UU. tiene 9.372.587 Km2; Brasil 8.514.275 km2; Argentina 2.779.587 km2; México 1.964.375 km2. El único estado de menor superficie que el Ecuador es Suiza. Usted se servirá tomar en cuenta que en Suiza, hablan alemán 73%, francés 20%, italiano el 5% y retorromano el 0,9%. Usted se preguntará por qué y sabrá encontrar la respuesta.
Le tengo recelo, porque si lee el párrafo anterior, le va a conducir aceptar que no sabe lo que quiere y si sabe, no entiende cómo hacerlo; quisiera creer que fue solo un globo de ensayo. Posiblemente para cambiar el discurso, para embaucar a la gente en un periodo electoral con falsas esperanzas y reviviendo el regionalismo.
Le tengo recelo, porque siendo un reconocido político, debe saber que el Ecuador es un Estado unitario (Art. 1 Constitución); fortalece la unidad nacional en la diversidad (Art.3.2C). Comedidamente le solicitaría leer el artículo 4 de la Constitución y si no tiene tiempo le transcribo la parte pertinente:
“El territorio del Ecuador es inalienable, irreductible e inviolable. Nadie atentará contra la unidad territorial ni fomentará la secesión.”
La secesión significa separarse de una nación parte de su pueblo y territorio. Eso fue lo que sucedió en los EEUU en la denominada Guerra de Secesión, de una confederación de 11 estados del sur con el norte (1861-65)
Le tengo recelo, porque a usted no le gusta la organización territorial del Ecuador: regiones, provincias, cantones y parroquias rurales. A estos se los denomina Gobiernos Autónomos Descentralizados, según creo, a usted le agradaría que se llame “República Autónoma de Guayaquil”; me gustaría que explique, si usted ha hecho alguna gestión para la constitución de una región Autónoma Descentralizada; aquello si permite la Constitución de la República.
Le tengo recelo, porque la propuesta que usted plantea, reforma la estructura del Estado y esto sólo se puede dar convocando una Constituyente, para que diga si su proyecto es cuerdo o descabellado.
Le tengo recelo, porque su partido habiendo gobernado o cogobernado durante setenta años, no le convencen lo que ustedes han hecho. No son solo setenta años, sino que desde 1830, han ejercido el poder históricamente. Han ensayado formas de repartirse el territorio pero no han sacado de la pobreza ni en sus jurisdicciones peor en el Ecuador.
Me comprometo a seguir aclarando. ATENTAMENTE