Por Ramiro Vinueza P.
Mas de un mes de movilizaciones, paros y huelgas, obstculización de carreteras y diversas otras formas de expresion del movilización popular panameño, fueron dando tirunfos parciales hasta culminar en el fallo de la Corte Suprema de Justicia que declaró la incostitucionalidad de la concesión realizada por el gobierno a la transnacional Minera Panamá, filial de First Quantum Minerals (FQM), de Canadá.
La medida de la Corte sella un triunfo trascendete para el pueblo panamañeno, que luchó contra la consecion de la mina mas grande de Centroamerica, que le otorgaba el derecho de exploración, extracción, transporte y beneficio de la explotación de la minería metálica por tiempo indefinido; además le otorgaba a la transnacional canadiense 12 mil hectareas por 20 años prorrogables, era la mina a cielo abiertos más grnade de Centroamerica, estaba ubicada sobre una zona protegida que es el Corredor Mesoamericano y le daba derechos “especiales” dentro de ese territorio como el control y administracion del agua, el derecho a transitar de las personas, tenía más las condiciones de un convenio que de un contrato.
Al grito de “¡Esta patria no se vende, esta patria se defiende!”, se alcanzó una victoria trascendente para el pueblo de Panamá y para soberanía de ese país. Es una reafirmación de que la unidad y lucha popular nos da victorias, que está en manos del pueblo las transformaciones economicas, sociales y politicas para tener una vida digna, un pais soberano donde las necesidades y derechos humanos sean garantizados a plenitud. No cabe duda que los trabajadores y el pueblo que son los que crean la riqueza social seran los protagonistas de cambios trascendentes, confirmando tambien que solo el pueblo salva al pueblo.