Por Ramiro Vinueza
El paquete de medidas económicas y laborales resueltos por el gobierno de Lenin Moreno, es un nuevo golpe a las ya deterioradas condiciones de vida de la mayoría del pueblo ecuatoriano, con el alza de los precios de la gasolina extra y el diesel, Moreno cumple con el plan acordado con el FMI de eliminar los subsidios de los combustibles, que desencadenará la elevación de los precios de los artículos de primera necesidad, del transporte público y pesado, pues es una verdad que cuando sube la gasolina sube todo.
Es una medida antipopular, con la que gobierno sacara de los bolsillos del pueblo 1 300 millones de dólares al año, mientras poco ha hecho por recuperar lo robado, ni tiene la decisión de cobrar a los evasores de impuestos que le deben al Estado más de 2 000 millones de dólares, es más se les añade nuevos subsidios y privilegios como reducción a la mitad del impuesto a la salida de divisas, se congela el impuesto a la renta para los grandes exportadores de banano, devolución automática de tributos al comercio exterior, entre otros.
Por estas medidas baten palmas y felicitan al Moreno la oligarquía ecuatoriana, los grupos económicos, la derecha, los correistas y el FMI.
Por su parte las organizaciones sociales rechazan las medidas económicas y laborales y avanzan en la preparación de la huelga nacional. El FUT, La CONAIE, el FRENTE POPULAR y otras importantes organizaciones han señalado su rechazo a toda medida en contra de los intereses populares.
El paquete económico incluye otro que contempla reformas laborales que elimina derechos como la estabilidad laboral, la precariza el empleo, fomenta la súper explotación de la fuerza del trabajo, menciona Nelson Erazo, presidente del Frente Popular. Pero además los trabajadores de las empresas púbicas aportaran “cada mes un día de salario” y les reducen las vacaciones de 30 a 15 días al año, excepto fuerza pública y servicios sociales.
Aún queda por analizar el paquete de reformas enviadas para conocimiento y aprobación de la Asamblea Nacional.