Por Prof. Stalin Vargas M.
Se intensifica una ofensiva por parte del gobierno, las cámaras empresariales, los grandes medios de comunicación respecto de que no es el ¨momento de una nueva paralización del país¨, porque eso afecta a la democracia, al comercio, al riesgo país…
Lo que se les olvida a las clases dominantes en el poder, es que los trabajadores, la juventud y los pueblos del Ecuador siempre han tenido que unirse, organizarse y luchar para conquistar sus derechos, nada de lo que hoy tienen ha sido dádiva de ningún gobierno de turno.
Las clases trabajadoras, siempre han tenido que recurrir a la huelga, el paro, el levantamiento, la huelga de hambre, el cierre de vías, la movilización, el plantón, para que los gobiernos atiendan las demandas planteadas. Veamos algunos ejemplos:
El gobierno de Lenin Moreno firmó una Carta de Intención con el FMI, uno de los puntos acordados con ese organismo fue eliminar los subsidios a los combustibles, para viabilizar ello, emitió el Decreto Ejecutivo con el que elevó el precio de las gasolinas y el diésel.
¿Que debían hacer los sectores populares y la izquierda? Dos opciones: 1. Aceptar lo que dicen las clases dominantes: subsidiar los combustibles es un desangre para el presupuesto del Estado, o 2. Oponerse a las políticas del FMI, luchar para la derogatoria del Decreto Ejecutivo que elevó el precio de los combustibles.
Ocurrió lo segundo, el levantamiento indígena y popular de octubre 2019, en la que participaron millones de ecuatorianos utilizando diversas formas de lucha, logró la derogatoria del decreto ejecutivo y derrotó las pretensiones del FMI y del gobierno de Moreno. Esa lucha alcanzó una victoria muy importante.
El gobierno del presidente Guillermo Lasso, también firmó la Carta de Intención con el FMI, empezó a subir gradualmente el precio de la gasolina extra y el diésel, liberalizó el precio de la gasolina súper.
¿Que se debía hacer? Dos opciones: 1. Aceptar el gradualismo, la política de ajuste del FMI o 2. Oponerse a las políticas del FMI, al ajuste neoliberal y luchar para frenar esas políticas. El levantamiento popular de junio 2 021 le obligó al presidente a bajar el precio de la gasolina extra y el diésel. Esa lucha alcanzó una nueva victoria.
La lucha del magisterio ecuatoriano, liderado por su organización gremial la UNE, logró que la Asamblea Nacional apruebe la Ley Reformatoria a la LOEI y que el presidente Moreno lo publique en el Registro Oficial. El presidente Lasso vetó totalmente las reformas a la LOEI.
¿Qué debía hacer el magisterio? Dos opciones: 1. Aceptar el veto total y esperar la voluntad del gobierno para que atienda las demandas del sector educativo o 2. Luchar para echar abajo el veto total de Lasso y lograr que se cumplan las conquistadas alcanzadas en la ley.
La UNE debatió con las y los docentes, padres de familia y estudiantes, organizó varias acciones de lucha, entre ellas, dos huelgas de hambre, medidas muy altas de lucha, marchas nacionales y provinciales, plantones y logró que la Corte Constitucional eche abajo el veto total del presidente Lasso y con ello se empezó a cumplir las reformas a la LOEI. Esa lucha alcanzó una importante victoria en defensa de la educación pública.
Las experiencias planteadas, son la demostración más clara de que la unidad, organización y lucha permiten alcanzar victorias. La gente sabe por experiencia propia que siempre ha tenido que luchar, que las conquistas no caen del cielo sino que son fruto de su lucha.
EX PRESIDENTE UNE NACIONAL